Stop n. 4

"Las coladas a lo largo del tramo recto"

La cueva ha retomado su curso, en armonía con el hecho de que las fracturas se sumergen hacia el oeste, podemos ver que el flujo de agua de percolación proviene del este y a lo largo de la pendiente y la fractura generada. Podemos ver que a lo largo de más de 40 metros el río ha sumergido el material arrastrado y depositado por las corrientes de agua, que servía de sustrato a la concreción que antaño ocupaba todo el suelo de la cueva: la concreción está por tanto "colgada". En la zona central y terminal de esta concreción de estalagmita se encuentran una serie de cuencas de degradación, poco activas durante los periodos secos, pero que se reactivan llamativamente durante los periodos de lluvia. La génesis de las cuencas se produce cuando la sobresaturación del agua que fluye sobre el suelo es tan baja que no permite la deposición de carbonato cálcico en toda la superficie del suelo.

 

Las condiciones de deposición sólo se dan cuando se encuentra un obstáculo por el que el movimiento del agua cambia de calmado a turbulento, facilitando la difusión del CO2 y aumentando así la sobresaturación. De este modo, se forman barreras o presas de concreción que permiten contener charcos de agua casi estacionarios en su interior. Dado que la superficie está generalmente inclinada, la evolución conducirá a la formación de una serie inclinada de charcos de tamaño y profundidad absolutamente variables.

 

Por último, cabe señalar que la superficie superior de cada piscina puede ser simplemente semicircular o tener varios relieves. Esto depende únicamente del tipo de suministro de agua que los genera: si la energía del agua es alta, su forma será sencilla, si, por el contrario, el flujo de agua es lento, su estructura tenderá a complicarse.

 

En la Grotta di San Giovanni, los principales grupos de cuencas se caracterizan por tener formas absolutamente simples y esto se debe al régimen torrencial que caracteriza a la cavidad con un periodo (de lluvias) en el que tenemos una gran cantidad de agua que se escurre rápidamente en su interior y posteriormente, a largos periodos de sequía, y por tanto, ausencia total de suministro.

 

Durante estos periodos, el agua de las cuencas, en lugar de desbordarse, se evapora en su interior, dando lugar a la formación de corales submarinos y calcita flotante.

 

En algunos de los divertículos laterales y especialmente en la gran zona de la izquierda antes de llegar a la entrada superior, se encuentran también charcos bajos con paredes muy enrevesadas, ahora completamente fosilizadas.